sábado, 18 de febrero de 2012

CETRERIA II - Bajo vuelo

La caza con gavilanes y azores se denominaba "Bajo vuelo". Las aves empleadas en estos lances son principalmente aves forestales acostumbradas a moverse con rapidez entre árboles y arbustos para, con vuelo rasante y silencioso, caer por sorpresa sobre otros animales, especialmente aves.
Lo mismo que hay una amplia representación artística en las que aparecen caballeros medievales con los halcones al puño, he tenido también la suerte de ver varias escenas japonesas en las que los samurais están alimentado a sus azores colgados de la percha.
Si bonito es un halcón peregrino, o un gerifalte, un azor, para mi gusto, lo es aún mas. Los ojos rojos, casi granates en los pájaros con muchas mudas, y la ceja blanca, confiere a su cabeza una sensación de fiereza y agresividad que subyuga.



Retrato de azor (acuarela)


Azor salvaje en su medio natural
(acuarela)


Azor en su percha (acuarela)


Gavilán en el guante (acuarela)


Azor en el puño (óleo)

El gavilán no es muy empleado hoy en día, aunque en épocas medievales su captura, entramiento y manejo en la caza estaba reservado a los clérigos que cazaban con él todo tipo de pajarillos; renombrado era el lance al mirlo por la dificultad que entrañaba.
Los azores, por el contrario, se emplean en cetreria preferentemente para cazar conejo o liebre, aunque también pueden ser introducidos, pero más raramente, al lance de la perdiz.


Azor atacando a una liebre (acuarela)


Azor con liebre ártica (acuarela)


Azor con conejo (acuarela)


martes, 7 de febrero de 2012

CETRERÍA I - Alto vuelo

Cualquier amante de la naturaleza y del campo se ha sentido siempre atraido por esas maravillosa aves que forman el grupo de las rapaces: bellas, fuertes, rápidas, agresivas... Verlas cazar en su ambiente naturales es bastante difícil. Pero el arte de la cetrería, arte inmemorial, como es bien conocido, nos acerca este comportamiento de forma que podemos, aún hoy en día, contemplar cómo un hombre que ha pasado muchas horas adistrando a su azor o a su halcón, caza con él.
La actividad puede tener un gran impacto ambiental dado que prácticamente todas las aves de presa son especies protegidas, algunas, en claro peligro de extinción. Esto hace que exista una normativa muy estricta en cuanto a su captura, cría en cautividad, manejo y entranamiento; además de las propias limitaciones impuestas por la legislación cinegética.
Yo me limito aquí a mostraros algunos de los cuadros que, bien a petición de los dueños de estas aves, bien siguiendo mi propio criterio he pintado a lo largo de varios años.
De momento mostraré obras relacionadas con la modalidad del "Alto vuelo" que se practica, especialmente, con halcones. En una segunda entrega mostraré las relacionadas con el "Bajo vuelo" (azores, harris, etc.).

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Retrato de un halcón peregrino; el ave que, por excelencia, es utilizada en cetrería, en su modalidad de alto vuelo.


Retrato de un pointer. Para la caza por altanería de la perdiz, un colaborador necesario.


Cesta de transporte de los halcones, con los halcones aún con caperuzas y el guante del cetrero apoyado en el borde.


Escena de caza: una copla de peregrinos (un adulto y un inmaduro) se lanzan sobre unos ánades reales; al fondo se observa a dos cetreros.


Óleo en fase de elaboración mostrando un halcón gerifalte en su banco.


Un halcón peregrino "acuchillando" una cerceta.


Halcón peregrino persiguiendo a una paloma.


Lance a la perdiz


 Hibrido de gerifalte


Macho de peregrino en el puzo de su halconero


El halcón con su presa, ante la atenta mirada de su colaborador: el perro.


Soleandose en su caja de transporte.


Cuadro en fase de elaboración: halcón con paloma


Halcón sacre en su banco.


Lámina elaborada por encargo de la Federación Española de Caza (Sección de Cetrería), entregada al ganador del Campeonato de Altanería, como título de Campeón.